IMAGINARTE Y DESEARTE.
(Parte 2)
...Sus labios tan hermosos, tan suaves y antojables
me llamaban. Tengo que dejar de pensar en esas cosas, lo único que estoy
logrando es mojarme y eso yo solo lo sabría.
El metro siguió su camino y la deje de mirar por
un momento, voltee a ver de nuevo la línea de estaciones y me di cuenta que en
la siguiente tenía que bajar, ¡demonios! , que bien me sentía haberme excitado
por una mujer. Justo cuando me di la vuelta para ir hacia la puerta, sentí que
alguien estaba detrás de mí, voltee y me di cuenta de que era ella, que increíble
sensación, quería que me tomara de la cintura, me besara el cuello y que sus
manos tocaran mis piernas, mi sexo, mi cintura, mis pechos, de pronto sucedió
algo, antes de que pudiera llegar a la estación destinada se fue la luz, podría
pensarse que esto ya es demasiado pero cuando pasan cosas increíbles no
pensamos si lo que nos está sucediendo es coherente, solo vivimos y sentimos.
El metro, en mi imaginación tomó otra dimensión,
cerré los ojos, la acción que hizo que los abriera de nuevo, fue que pude
sentir que esa mujer que humedeció mi ropa interior me tomaba de la cintura, me
besaba el cuello, me susurraba al oído un ‘’bésame’’ y lo hice; mis labios se
acercaron suavemente a los suyos, sentí su respiración acelerada y me encanto.
Ella exploraba mi cuerpo al mismo ritmo con que los besos aumentaban de calor.
Mi respiración era interrumpida por un quejido suave pues sabía que no podía
hacer mucho ruido, no tenia que olvidar en donde estábamos, pero era inevitable
no encenderme cada vez más con una mujer así.
Para mí, este lugar y estas circunstancias eran
perfectas. Ella me estaba haciendo sentir como nunca jamás un hombre me había
hecho sentir.
Al parecer todo marchaba bien, de pronto el metro
hizo un movimiento brusco, volví a abrir los ojos y las puertas del metro
estaban abiertas, ¡que horror!, me había sumergido tanto en mi imaginación con
ella, que no me di cuenta cuando el metro volvió a funcionar. Mi cuerpo y mi
mente no reaccionaban, hasta que… hasta que escuche su voz.
-Disculpa ¿Me das permiso? No me atreví a mirarla,
solo me baje y deje que caminara delante de mí. Mi fantasía con ella aun no se
había terminado, mi cuerpo de verdad no daba crédito a lo que había imaginado,
estaba a punto de ir corriendo detrás de ella y entablar alguna platica, aunque
el resultado no fuera el esperado, me estaba decidiendo a ir, cuando de pronto,
mi paso firme y veloz se encontraron con una pared enorme la cual no me
permitió avanzar. Vi que llegó un chico apuesto, la tomo de la cintura,
entonces se besaron y sonrieron, cuando creí que todo estaba perdido, ella
volteo, me guiño el ojo al mismo tiempo que sonrió y entonces supe que lo que
había imaginado no podía estar tan lejano a una realidad.
De Lou Onofre
Texto dedicado a mi ´´corazón´´ quien me inspiro a escribir ésta magnifica historia.