EL BESO DE LUCÍA
Aquella noche Lucía ya no volvió
a hacer la misma, se encontraba en su cuarto, sola y con un mar de emociones y
ella sin poder nadar, no lograba entender como fue que le había sucedido
aquello que ella misma se había prometido que jamás le volvería a suceder. ¿Por
qué de nuevo regalar sus besos? ¿por qué de nuevo sentir que su mundo se
derrumbaba? ¿por qué simplemente no
existían esas maquinas del tiempo en donde fuera posible borrar lo
imposible? Podía hacer miles de preguntas en su cabeza, pero ninguna iba a ser
contestada por nadie más, más que por ella misma, pero no quería escucharse,
pensaba que sus respuestas eran muy dolorosas y que no soportaría saberlas, sin
embargo, las respuestas eran mucho más sencillas de lo que ella creía. ¿Por qué
sufre lucía? aquí les dejo su historia:
Dos días antes de encontrarse en
este estado de ánimo ella era una chica feliz y sin preocupaciones, hasta que
conoció a Gaby, coincidieron en la fiesta de cumpleaños de su mejor amigo,
desde el principio ambas se miraban y era tan fuerte aquella mirada, que por
segundos parecía desaparecer todo a su alrededor, por segundos parecía que
había explosiones en el interior de esa habitación donde estaban, juntas habían
creado una especie de complicidad con la mirada y la sonrisa, Lucía había quedado
atrapada en esa mirada que desprendía Gaby que inspiraba ternura, en su
sonrisa que le decía a gritos lo traviesa que era, Lucía se dejó atrapar y se
sintió la mujer más afortunada del mundo, sentía que esa manera en que Gaby encogía los hombros y sonreía era lo mejor que
la vida
le pudiera regalar.
Transcurrió la noche y para darle
gusto al paladar, ambas bebieron whisky, ¿qué marca? eso en realidad no
importaba, lo que importaba era convivir y desinhibirse mucho, ambas
necesitaban valor para poder tener un acercamiento más profundo, ¿en que
momento pasó? Lucía no lo sabe con exactitud, solo se recuerda frente a los
labios de aquella chica tan llena de vida, se recuerda compartiendo el calor de
sus besos, se recuerda con los ojos cerrados pero con el alma abierta.
La razón por la que Lucía sentía
una revolución emocional era porque no sabía que hacer al día siguiente, ¿Cómo
buscarla? ¿Qué decir? ¿Qué hacer? ¿Qué no hacer?... eran tantas preguntas que
se hacía que no se dio cuenta que en realidad lo único que había que hacer, era
dejarse llevar, darse la oportunidad de otra mente conocer, sin presión alguna,
simplemente haciendo las cosas de diferente manera, "porque tú decides que es
casualidad y que es una causalidad en tu vida, basta de tanta pregunta, porque una
emoción no se piensa, se siente y se vive pero sobre todo, pase lo que pase, se
disfruta intensamente".
Atte: Lou Onofre
"Deseo que tengas mucha luz y amor en tu vida."